Poca gente hay que no haya oído hablar de el. El coche que marco una época en España, el SEAT 124 de competición.
En 1973 el equipo de SEAT de competición, dirigido por Jose Juan Pérez de Vargas, comenzó a rodar con el 1430 con motor de 1.600 cc y con Cañellas y Babler como pilotos. Con Antonio Zanini al volante y el desarrollo del 1430/1800 Grupo 4 lograron encontrar el punto de equilibrio y prestaciones que los llevaron a ser protagonistas de múltiples rallies, ganando el protagonismo y aclamo de mucha. Acumulando victorias una detrás de otras grandes carreras como el Campeonato de España, logrando grandes resultados en el Campeonato de Europa y consiguiendo en el año 1977 su mayor hito, acabar tercero y cuarto en el Ralli de Monte-Carlo del Mundial.
Durante los años 70 la Berlina 124, fue el “caballo de batalla” para muchos pilotos de rallies, des de los equipos privados a los de la propia marca.
Coche familiar medio, no estaba diseñado para correr
Los inicios del SEAT 124 comenzaron siendo un coche familiar medio, no había sido diseñado para correr. De hecho era venerado por los taxistas de la época. A la hora de ponerlo a punto requería de un trabajo extraordinario, ya que tenía algunos puntos muertos, había que reforzarlo todo, comenzando por la carrocería que no sufrió cambios en una década. Si hablamos de las variantes estéticas, la que lo hacía más “deportivo” eran las que tenían los motores de mayor cilindrada como: “FU” 1800 y los “FL” 80, 82 y 90 y con el motor 2 litros.
Durante cada carrera se requería de tiempo y paciencia a la preparación del vehículo. La carrocería para empezar necesitaba del montaje de una jaula anti vuelco de acero de seis puntos, pero que había de complementarse con cordones de soldadura en las costuras y añadir platinas para reforzar los puntos de apoyo de la mecánica para no encontrarse con grietas al terminar el Ralli. Teniendo en cuenta las carreteras de la época y contando con tramos de tierra, estas castigaban mucho el chasis del coche, con unas ruedas tan pequeñas y unas suspensiones de tan corto recorrido.
Al dar por terminada la carrocería, el resto de preparación y tiempo la marcaba la potencia del motor. SEAT realizo una homologación del modelo en Grupo 1 (de serie) Grupo 2 (Competición), con extensiones de homologación para el Grupo 4 (que esta era la máxima categoría admitida en Campeonato).
El bloque de los “FU 1800” DE 1.756 cc podía llevarse hasta 1767, con pistones de 84,3mm o incluso hasta 1840, 86 mm, al límite de la fiabilidad.
Con la llegada del nuevo bloque de 1919 gama “FL” permitió alcanzar los 2.092cc con pistones de 86 mm de diámetro.
La alimentación era generalmente a base de carburadores dobles WEBER horizontales o verticales, ya que la mecánica de la época era poco fiable. En cualquier caso estos propulsores apenas llegaban a los 200 CV y lo normal es que rondaran los 165 /170 cv.
El equipo SEAT experimentó con éxito con varias reparaciones y modificaciones mecánicas para dar potencia y fuerza al vehículo.
¡A día de hoy sigue dando Guerra!
Durante la segunda mitad de los años ‘70, los SEAT 124/1430 fueron evolucionados para competición con gran eficacia. Muchos aún siguen en servicio para carreras históricas, dando muestra de su fiabilidad y de su potencia, convirtiéndose sin duda, en el coche de rally español por excelencia.
En Classiccover tuvimos mucha surte de poder presumir de este gran coche y agradecidos de a haber podido tenerlo expuesto en nuestro Stand en una de las ferias a las que asistimos.