Recientemente ha terminado el Montecarlo con un gran duelo entre Sébastien Loeb y Sébastien Ogier. Y nos hemos acordado del mítico Montecarlo 1964 cuando el equipo BMC (British Motor Corporation) acudió a la cita del con tres Mini Cooper, con un motor de 1.071cc al que se le había podido extraer 90 CV, todo un logro para esos cuatro cilindros en línea, pero tenía que batallar contra los Mercedes 300 SE de seis cilindros o los Ford Falcon V8 con 4700cc y los franceses con Citroen DS. Los pequeños minis a los mandos, Patrick Hopkirk, Timo Makinen y Rauno Aaltonen. En enero del 64 nevó mucho, y los mini eran muy ágiles en las viradas carreteras y más en las bajadas. Memorable fue la bajada del Col de Turini de 1600m de altitud hizo que el mini con dorsal 37 cruzara la meta en primera posición.
También ganaron en el 65 con los nuevos motores de 1275cc, y en el 66 les robaron el triunfo al ser descalificados en la prueba nocturna porque los comisarios decidieron que los focos no eran reglamentarios, favoreciendo al equipo francés Tivonen y su Citroen DS.
Al año siguiente los Mini volvieron a ganar y demostrar que David es capaz de ganar a Goliat, Aquí os presentamos una réplica espectacular que hace poco encontramos en la calle, solo le faltaba el dorsal 37. En 2004 se realizó una serie limitada a 1000 unidades como conmemoración de la victoria del mini en Montecarlo de 1964.
Un regalo para nuestros ojos, y un buen momento para compartirlo con todos ustedes.