Hace años que a cualquier automóvil 4×4 se le llamaba Jeep, ya que Willys habia ideado el famoso todo-terreno durante la segunda guerra mundial. Acabada la guerra continuó su producción y se exportó a muchos países. Sin embargo, las necesidades de la población civil iban cambiando y Willys fue comercializando unos jeeps más grandes, más cómodos, con la misma mecánica, a la que se le llamaba una “rubia” al 4×4 familiar. En España no se importaba nada, así que la empresa VIASA (Vehículos Industriales y Agrícolas S.A) fundada en Zaragoza empezó a construir los Jeep bajo licencia Willys, montando los típicos motores Perkins y Barreiros. Así nació el Jeep Comando Viasa.

Un vehículo al estilo “ranchera” o “station wagon” apto para viajar seis personas, tres delante y tres detrás, y espacio para los enseres y equipaje. Un turismo todo-terreno que podía transformarse en vehículo de carga. La parte frontal conserva la imagen del típico jeep del CJ con el gran parachoques delantero cromado y el típico cierre por gomas del capot delantero. El interior es de turismo, salvo la calefacción que era opcional. También la capota dura y rígida podía ser substituida por una de lona.

El encargado del movimiento era un motor Barreiros de 2000cc con 65CV diésel. Caja de cuatro velocidades le permite llegar a los 100km/h, en esta unidad vemos que podemos escoger rodar 4×2, 4×4, y engranar la reductora para situaciones complicadas. En cuanto a consumos está sobre 10 litros a los 100km.

Ahora se nos hace cómico considerar al Comando como un 4×4 de lujo, pero por aquel entonces solamente había el Land Rover y el Jeep Bravo que era el típico Willys espartano y con lona.

Hoy día se hace raro ver Jeeps Comandos porque quedan pocos, pero sin duda fue y sigue siendo un magnífico todo terreno, muy seguro y agradable de conducir.